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El arte de la guerra consiste en adivinar lo que hay al otro lado de la colina. El arte de hacer el amor consiste en adivinar cómo volver loca a la pareja. La sensación de placer que produce la posición sexual estilo militar no se parece a nada que hayas sentido nunca. Un hombre se pone de pie en el suelo, separa las piernas y se agacha ligeramente sobre ellas. Inclina un poco el cuerpo hacia delante. La mujer se tumba de espaldas entre las piernas de su pareja con los brazos bien separados. Sujeta con fuerza los tobillos de su pareja. El hombre levanta las piernas y el cuerpo de ella del suelo. Sus caderas se tocan. Él la sujeta justo por encima de las rodillas y la penetra cambiando la profundidad y el ritmo de la penetración.