Etiquetas:
Descripción:
Esta posición delicada e increíblemente íntima es perfecta para las parejas a las que les gusta experimentar. Es fácil de hacer, ya que no requiere fuerza ni agilidad, y puede resultar muy placentera, ya que ayuda a los amantes a mezclar las cosas añadiendo un poco de apoyo en los muebles. El hombre se tumba de espaldas en el borde de la cama, dobla las rodillas y las separa. La mujer se sienta sobre el pene y las nalgas de su amante de espaldas a él. Sus pies están en el suelo, sus piernas están ligeramente dobladas y separadas. Ella pone las manos sobre sus propios muslos, mientras que las palmas del hombre se apoyan en las nalgas de la dama.